Días más largos, los niños ya no tienen clase por las tardes y parece que las horas cunden más. La pequeña Nerea y yo nos dedicamos a sentarnos en el jardín y merendamos tomando un té mientras una cose y la otra pinta y colorea.
Mi vicio... té y chuches.
Bejocas recién cigidas del huerto.
Mis ojos cansados después de horas de coser y coser.
Mandala
Tomates pera en plena evolución.
Broche caracol.
Broche taza de té.
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